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Las tensiones entre Estados Unidos y China por cuestiones comerciales están impulsando el fenómeno de relocalización de plantas manufactureras para acercarse al mercado norteamericano (nearshoring), que a su vez está provocando la percepción de un ambiente de boom económico en el país. Sin embargo, para muchas compañías lograr aprovechar estas oportunidades requerirá revisar y entender las implicaciones para sus negocios, de manera que se puedan adaptar mejor sus operaciones y actividades.

 

Las oportunidades que vienen

De acuerdo con algunos analistas de bancos y entidades financieras, el potencial del nearshoring para México es de un incremento de más de 100 mil millones de dólares en exportaciones de bienes manufacturados en los próximos 5 años. Otros analistas estiman su impacto en un crecimiento de las exportaciones del orden de 8 puntos porcentuales del PIB para los próximos 5 a 10 años. Definitivamente, las inversiones requeridas para estos crecimientos traerían aparejados impulsos significativos en la demanda de insumos nacionales y de empleos, que se reflejarán, en mayor o menor medida, en una mejora de las condiciones de vida de la población del país. A muchas compañías esto les sonará como un aumento “en automático” de las ventas, pero tal vez no sea así. Podemos considerar el impacto para un pequeño restaurante alejado del centro urbano de una ciudad mediana o grande; su mercado natural son sus vecinos. Gracias al nearshoring, aumentará el empleo, y habrá más posibles consumidores. Pero ese efecto atraerá a cadenas internacionales que encontrarán más atractivo abrir una sucursal a unos metros del restaurante en cuestión. Ahora el pequeño restaurante se encontrará, sin querer, compitiendo contra empresas globales en su propia puerta. O podemos pensar en la empresa mediana que logra un contrato de proveeduría de componentes, que dura hasta que otra empresa extranjera más grande se instala en el país, ofreciendo mejores precios gracias a una mayor economía de escala. Estos casos sugieren que para asegurar que el efecto del nearshoring perdure hay que pensar más estratégicamente.

 

Impactos en la demanda de recursos

Debido a esta situación, muchas empresas están iniciando preparativos para el “auge que viene”, provocando un aumento -considerado por algunos especialistas como prematuro- de la demanda de recursos, tales como contrataciones de personal, oficinas para renta e instalaciones industriales, compras de maquinaria o equipos, demanda de créditos para insumos, y más. Entre las razones para considerar prematuras algunas de estas acciones, mencionan que la inversión extranjera directa (IED) sí ha aumentado, pero en buena medida a través del rubro de “Reinversión de utilidades”, más que del de “Nuevas inversiones”, que es lo que se esperaría por el efecto de nearshoring. Esto es porque una proporción importante de la Reinversión de utilidades es para mantener las capacidades actuales de los negocios (rehabilitar maquinaria, mantenimiento a edificios, etc.), mientras que las nuevas inversiones generalmente son para impulsar el crecimiento (una nueva planta, nuevas sucursales, mayor capacidad de distribución, etc.).

Especialistas reconocidos en foros de alcance nacional e internacional, aseguran que actualmente México es destino de menos del 20% de las inversiones potenciales para nearshoring, una parte de este efecto impulsada por las condiciones políticas y económicas en general del país, que girarían alrededor de la falta de inversiones en infraestructura por parte del gobierno federal para el nivel de actividades comerciales y de negocio esperadas, tales como incremento de la capacidad de generación y distribución de energía eléctrica, ampliaciones y adecuaciones en vías de transporte y puertos, simplificación para la operación de agentes logísticos, entre otros  y, adicionalmente, un clima de inseguridad y de menor certeza jurídica para las inversiones.

 

Aprovechar el Nearshoring

En mayor o menor medida las oportunidades estarán surgiendo gracias al nearshoring, y cada empresa deberá evaluar y considerar cuál es el mejor momento para actuar y cómo hacerlo. Vale la pena remarcar que, aún con todas sus limitantes y problemas, deberá ser un ambiente pleno de oportunidades para reimpulsar a las compañías; aquí algunas ideas.

 

• Desarrollo de marca. Pequeñas y medianas empresas pueden encontrar en este ambiente la oportunidad de impulsar sus ventas y al mismo tiempo desarrollar y posicionar sus marcas, aprovechando el prestigio que empresas grandes han dado a lo “Hecho en México” en el extranjero, así como a la necesidad de cumplir con un nivel de integración regional para exportar a Estados Unidos bajo el tratado TMEC. Tal vez el tamaño del mercado de Estados Unidos pueda parecer avasallador para una empresa mexicana pequeña o mediana, sin embargo, es posible iniciar con una estrategia muy enfocada con ciertos clientes, o en ciertos mercados pequeños regionales, como, por ejemplo, productos dirigidos a consumidores de ascendencia mexicana, que tienen una añoranza del país de su infancia, o de sus padres y abuelos.

 

• Evolución de la maquila. Durante años, la Maquila ha sido una estrategia exitosa en términos de aprovechar localmente la mano de obra disponible, pero el crecimiento en volumen que puede provocar el nearshoring eventualmente atraerá a otros inversionistas dispuestos a aprovechar la posibilidad de maquilar; gracias a este incremento en volumen, una empresa maquiladora puede generar una oportunidad para una estrategia de incremento gradual de contenido diferenciado y transitar hacia negocios de más valor agregado en el mediano plazo. Se puede considerar la situación en la que una empresa detecte y ofrezca, como complemento de la maquila, algunos componentes o productos manufacturados originalmente, es decir, “desde cero”. A medida que se va desarrollando y demostrando la capacidad de la propia proveeduría y de desarrollo de manufactura, el nivel de integración de componentes de valor agregado de su oferta se puede ir incrementando, mejorando el margen junto con el volumen.

 

• Desarrollo del Talento. La mayor demanda de personal calificado provocará su escasez, y por lo tanto su encarecimiento, lo cual continuará presionando a las compañías. Eventualmente, el talento que no se logre conseguir localmente deberá importarse o desarrollarse. Es por esto que las estrategias para atraer y retener al personal deberán, cada vez más, considerar inversiones para aprovechar otras dimensiones de valor adicional al económico para retribuir a los Colaboradores. Se puede considerar el caso de una empresa que invirtió en planes de desarrollo para las personas en posiciones clave y, para mitigar el riesgo de abandono de la compañía, decididamente enriqueció sus funciones incorporando tareas de impacto social en horario de trabajo, haciéndolas más atractivas y satisfactorias para el personal participante. De esta manera conectaban con la necesidad que todos los seres humanos tenemos de hacer algo significativo para la comunidad a la que contribuimos. Además de beneficiar a la compañía, invertir en el enriquecimiento de las funciones de los Colaboradores ayuda a contrarrestar la tendencia de sólo competir por valor económico en las contrataciones, estableciendo un diferenciador que puede ser difícil de replicar por otros.

 

• Desarrollo de tecnología y propiedad industrial. La palabra tecnología, actualmente, se asocia comúnmente con robótica, automatización e inteligencia artificial. Pero el significado es más amplio; tecnología también es el conjunto de los instrumentos y procedimientos industriales para fabricar un producto o realizar un proceso. En las empresas el personal usualmente aprovecha su creatividad para “arreglarse la vida”, simplificando una acción o una tarea, y en ocasiones alguno de esos “inventos” realmente resulta en algo patentable. Por ejemplo, una empresa de alimentos modifica un tanque de almacenamiento para facilitar el suministro de producto, y adicionalmente mejora la calidad del recurso almacenado, o también, otra empresa desarrolla su propio método para sujetar y mantener inmóviles dos componentes mientras son ensamblados, partiendo de una herramienta estándar pero modificada a modo, y logra como beneficio adicional mejorar la seguridad del operador. En ambos casos, si la modificación es única y útil para el proceso, posiblemente se pueda patentar y explotar comercialmente (“Se consideran modelos de utilidad los objetos, utensilios, aparatos o herramientas que, como resultado de una modificación en su disposición, configuración, estructura o forma, presenten una función diferente respecto de las partes que lo integran o ventajas en cuanto a su utilidad”; Artículo 59. - Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial). Muchas empresas están llenas de “invenciones patentables” que son pasadas por alto.

 

El fenómeno actual de nearshoring no durará para siempre, y seguramente las oportunidades generadas por algunos de sus efectos inherentes no se repitan en muchos años. Es por eso por lo que resulta importante establecer un esfuerzo claro y sostenido por observar, detectar y tratar de aprovechar las oportunidades que surjan. En muchos casos con seguridad exigirá re-inventar perspectivas y competencias. Para esta reinvención necesaria, será clave aprovechar el complemento estratégico y el talento de las personas que ejecutan diferentes actividades de la organización: comercial, diseño de producto, operaciones, logística, recursos humanos, finanzas y planeación. Para aprovechar este ambiente y las oportunidades generadas por el Nearshoring no se requiere ser una empresa de tamaño grande, sino una de gran ambición. Como reza el refrán: “Ahora es cuándo”. ■